sábado, 12 de marzo de 2011

Apostillas I

A veces leo poemas muy bien articulados por la orientación que de lo sensible hace la inteligencia, parece que leo a poetas inteligentes. Al fin los descubro mezquinos de su humor, descubro que sólo escriben seriamente.


APOSTILLAS
El prestigio es una seriedad bien articulada.
Lo serio aparenta ser poesía.
Edificar una atalaya de silencio suponiéndola humilde.
La humildad es la tiranía de lo simple que los simples no conocen.
No quedé indemne de esta “apropiación del merito”
Estoy solo jalando entre el signo y el sentido de mentir.
El paroxismo de la ética no nos deja reconocer a los otros
Vestimos iguales prendas diferentes.
Lo virulento suele fabricar héroes inciertos en los poetas inciertos.
Qué bueno que te duela esto, aquello, no lo otro.
Una máquina hay de endulzar palabras.

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