martes, 29 de noviembre de 2011

Refranero inútil, Daniel Battilana, frag.

-Soy lo que critican.

-Poesía, cuando no hay poeta.

-El haiku es un bocadito de surrealismo, un poema bonsái hecho para caber en una mente desamueblada.

-Con la pólvora se juega, se cauteriza, se mata, se vuela, se ilumina. Todo esto hace el polvo de Rá.


-Los poetas escriben con un telescopio lo que algunos ni siquiera pueden ver o leer con un microscopio.

-La poesía crea sentido, la novela cría sentados.

-Las palabras son objetos de presencia hasta que aparece lo invisible y en la superficie mágica del sentido el lenguaje pierde el control: nos hacemos poesía.

-Orden es violencia.

-Vivir es consumir pasiones, morir es consumarlas.

-Soy la venganza semiótica del caos.

-La espontaneidad triunfa; la totalidad cultural es ahora objeto en el museo del hombre.

-El dinero es una tradición, una tecnología indiferente que se adhiere a la naturaleza de las cosas embargándolas de necesidad.


-La híper comunicación torna al sujeto un minúsculo pretendiente, la tecnología lo consuela, lo carga de creencia… se anula la multiplicidad con la “mucha multiplicidad.

-El mensaje ya no existe, ha sido remplazado por la ley.

-Una ficción montada sobre otra ficción esa es la crítica, los puntos de contacto establecen realidad.

-La mejor mascara, la oralidad.

-El canon no tiene procedimiento, es sólo procedimiento.

-Es peligroso romper el silencio ajeno, suele manifestarse en personas que no preguntan ni tampoco responden.

-Uno cuando estudia parece ser más que instruido, convencido.


-La lectura es en sí misma es una interrupción que no acepta otras interrupciones.

-El objeto te reconoce y te invita al lenguaje.


-La tiza es una sustancia ideológica.


-El secreto es una ideología, la verdad una teología: ideoteo.

-Lo que sucede se reparte entre reconocernos y esperarnos.


-El objeto te reconoce y te invita al lenguaje.

-Una opinión, un análisis, no son remedios. Comentar un texto es arrimarle vida.

-La astucia es un complejo método de rendición.

-El sentido es mi variable más consultada; no me siento adherido al lenguaje ni tampoco resulto un desprendimiento de él sino su atento mirante, su escucha. El lenguaje es mi variable menos consultada. Todas variables del desengaño.  El lenguaje es una superstición que hay que fecundar.

-El que se suicida se mata el dolor y deja vivo lo que le dolió.

-Nosotros hemos olvidado qué tiene de dibujo lo que escribimos.

-La suerte de una planta que comparte maceta con un cactus está echada: es suerte no regada.

-¡Glabro!, esta palabra existe para que nadie pueda gritarte pelado.

-Lo que mata de la flecha es que se detenga.

-Detestar es una maravilla imprudente.

-Los hombres obtienen la vida de lo que sobra y la devuelven de lo que falta.

-Siempre estamos aprendiendo algo viejo; lo nuevo no se puede aprender sino mintiendo.

-Dios es un humanista, igual que los ateos pero sin dramas.

-La nada está siempre por evolucionar; evoluciona expandiéndose en el algo.

-Lo que yo espero de mí se parece a lo que espero de los demás, cuando no espero.

-La soberbia achica lo que agranda.

-La pobreza es una cuchara con un inmenso agujero, no levanta pero te deja ver el plato.

-El permiso es el sustituto de la libertad que usamos para los niños.

-La publicidad es una mentira pública consensuada, la política también, miente en público y dice la verdad en privado.

-Accidente de la lengua es cuando un burro atropella un diccionario.

-Tengo que reconocer mis problemas de género, los rompo todos.

-¿Recordará el diamante a quién lo apretó?

-Hay una burguesía antropológica que aparece con el perro domesticado y el fuego en su estado de fogón privado: hasta la aparición de la poesía todo era colectivo.

-Yo no tengo ningún compromiso con la creación, estoy casado.

-Perdidos, abandonados, los matices infinitos del lenguaje serán reemplazados por los de la finita igualdad, habrá charlatanes poetas, empresarios poetas, habrá poetas espejados, poéticas terapéuticas, réplicas parlantes que nadie confundirá ya más. Sin matices no hay forma de mitigar la distancia entre discurso y sentido; el colectivo se suicida en el lenguaje.

-Nosotros queremos y hacemos creer que todo es lenguaje, por ejemplo, que la música es un lenguaje y tiene su discurso, no, lo único que demuestra esto es que pensamos el mundo en términos de discursos, por fuera de ellos como de la explicación, no hay nada, esto es no compartir el poder.

-Acarreamos bolsas con carbón, diamantes en ascuas cuecen el asado.

-Lo rápido no limpia.

-No hay salmón sin poeta.

-Soy iconoclasta, del sentido.

-El amor es un héroe desnudo viendo como su ropa vieja pelea con su ajuar nuevo.

-El haiku es un bocadito de surrealismo, un poema bonsai hecho para caber en una mente desamueblada.

-El deseo de comunicación es inversamente proporcional a la cultura.

-Los libros suelen ser trescientos gramos de papel con cincuenta gramos de tinta.






Daniel Battilana

lunes, 31 de octubre de 2011

La palabra portadora

Los ojos son una barrera donde se apilan las palabras muertas, el ojo es un falso óvulo. El verdadero cigoto será el cerebro una vez fecundado por el sentido, por el deseo, por la voluntad.  Las palabras quedan derribadas pero su carga es invulnerable a los hombres; las palabras son tentadas por la belleza, pero inmunes a lo bello.

Daniel Battilana.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Los erizos y el vinagre.



Los erizos se reúnen a debatir quién es el más intolerante, giran y giran sin tocarse, son erizos para todo lo que hacen. Los erizos leen, piensan y opinan: leen lo que se les parece, piensan lo que se parece y opinan con lo que debe parecerse. Los erizos dialogan entre ellos con almohadones. Cuando pierden una espina no la reconocen como propia, una espina perdida ya no sabe pinchar. Para los erizos la mejor tregua es una democracia a su medida, es decir, dolorosa como su ponzoña. Son erizos no les gusta lastimarse. Los erizos no se me arriman, tengo una tenaza y litros de vinagre, el ácido acético los desinflama… Los erizos hieren lo público con estiletazos privados. Los erizos llaman, convocan a los demás pero si respondés, te pinchas, los erizos no contestan sino con el silencio del cinismo; los erizos se agrupan, pero más bien se traban entre ellos con sus espinas: esas espinas están cargadas en una sola dirección, tú. 
D. Battilana

jueves, 18 de agosto de 2011

Nadie lee un traje.


Tratan a los libros como trajes, les ponen solapas para leer, allí figuran el sastre y cuánto de algodón y de poliéster… Hay libros que traen una corbata y otros que en sí mismos son una corbata, estos libros se publican estrangulados previamente por el autor. Hay libros de bolsillo que no caben en ningún lado; son los “Libros mamá canguro” no sabés nunca dónde tienen la ranura. Nadie lee un traje.


Daniel Battilana

martes, 21 de junio de 2011

Divulgando tus desagrados

Las múltiples sanciones de los sancionadores ideológicos
me han llevado a no poder congratularme de ignorar lo que no me gusta.
Ya no podrás entonces ufanarte de lo “tampoco” que te gusta…
Si estos malversadores en constante fiesta te descubren
divulgando tus desagrados serás conminado o casi a divulgar los suyos
en reemplazo de los verdaderos tuyos.
Ufánate entonces de ser empleado para ignorar lo que no te gusta.

jueves, 9 de junio de 2011

Lo real es un recipiente inapropiado.

Lo real es un recipiente inapropiado, son sus paredes creencias y allí no prospera nada… la poesía no cabe aquí sino  por la fuerza: forzada a salir a un interior sólo frecuentado por el egoísmo del lenguaje. La superficie del símbolo somos nosotros que no tenemos exterior.
Daniel Battilana.

domingo, 1 de mayo de 2011

Es la poesía

La palabra es el sujeto enciclopédico por excelencia,
el sentido es el objeto enciclopédico de la lectura.
Nada distrae a la poesía,  nada que no sea tara de palabras.
Es la poesía la que distrae a las palabras y se hace visible.

Daniel Battilana

... el hobby de la poesía...


Yo no concibo la literatura como un desahogo sino como una inquietud instalada en el ser… problema que se hace minúsculo cuanto más controla y fija el mental del escritor. La voluntad, el deseo y el cambiante sentido crean la superficie mágica por donde desvincularse de lo anímico y atender a las imposiciones del síntoma lingüístico. Las causas primeras no son atendidas como se debe sino que se alborota y desmaya por los efectos y las limitaciones dogmáticas, en esta parte del trabajo queda resumida la inconsistencia: escribir para los efectos ignorando las causas. Sólo se escribe, no se opera percibiendo los velos semánticos que se agitan. Yo no los rompo, los esquivo o los pliegos dándoles orientaciones y tamaños cuyo valor se haga evidente a todas las causas. Lo suscitativo será el puente entre significados; la emoción distingue, cuando el sentido la deja aparecer (la mera escritura inhibe la emoción) ella nos devuelve concomitantes con la semantización del Ser pues el Ser se manifiesta así, no rompe el mundo, lo hace poroso y muestra las relevancias, escenifica las fragilidades con que está construida esa membrana que soporta las ideas: conceptos son objetos de consolación. El poema es un timón sin barco.­­ Si no hay discordia no hay instrumento.
Daniel Battilana

viernes, 1 de abril de 2011

¡El escritor es el editor!

Es imposible que un pueblo viva inmerso en la cultura, es en realidad ahogado en ella.
El lector y el comprador de libros, son dos sujetos diferentes, son lo más alejado de la noción de cliente que pueda existir: el cliente es el editor y el auspiciante ¡El escritor es el editor!
Daniel Battilana.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Los arcángelos severos

Los arcángelos severos

Primero quisieron ser Artaud pero no había con qué ser más prolijo que Prevert, viajar a México para tomarse vacaciones del hospicio o la teoría del padre era un portento argumentativo arduo para imitar, pero sobraba alfombra para ocultarlo.
Después, ser un maldito cualquiera mezclando Mallarmé con Apollinaire (Once Mil Vergas era demasiado y se parecía mucho a viajar en el Sarmiento). Una poeta que relate su disgusto de ser tocada y se proclame doncella, escribirá hasta que sea mamá. Creo que aún matan por ser Mallarmé.
Y sentándose a lo Eluard estaba garantizado el prestigio de lo esotérico, nadie palpó el hojaldre blanchotiano, esta fruta es soberana y no habremos de comerla… Los alemanes ya no iban a estar para ningún desfile estético más entre nosotros, que increíble, la concepción de la metáfora más parecida a la metáfora española era relegada por militarista. Lo mejor de lo alemán era la “sacáfora”;  Rilke era ese pesado que se parecía tanto a los buenos poetas argentinos congelados y premiados por su edad. Algo pasó y alguien se acordó de François Villon, al intrépido y descarriado Villon lo destilaron en un alambique Zen (más caña tacuara que bambú) y le armaron un jardincito Zen y se soltaron a hacerse los reventados monjes de una “rolexgión” cuyo dios sedicioso  era Bukowski… y para imitarlo teníamos la nueva poesía bonsai, la higiene bonsai, el ánimo bonsai, la amistad bonsai, la invitación bonsai; las raíces de la mente recortadas por un jardinero zen. Al fin se formalizaba esa espesa relación entre imagen social y poesía “pret à porter” . Buko… este Jhony Walker del Capitalismo emanaba un desenfado bien enmarcado en la primera enmienda y su mirada etílica es la envidia de casi todos los que huyeron sin dudarlo de cualquier amistad con Ezra Pound. Mas como el subdesarrollo no tiene enmiendas que protejan la tontería ni vendas para las malas traducciones, empollando están estos dioses del suicidio de cuyos creyentes oímos quemar ideas y palabras como sillas para calentar el alambique de vanguardias estériles y mucho más escurridizas. Estos intelectuales de propiedad horinzontal regaban las macetas con cerveza industrial y ofrecían el delivery editorial. Y allí están los que no han movido más de tres hojas de “Los cantares” diciendo que Pound era facho, ¡esgrimiendo carnet soviético cualquiera es poeta!; la cosa se calienta cuando no necesitás partida de reclutamiento, salvoconducto de obediencia. Una vez pregunté ¿cuándo fue la primera vez que Italia derrotó al hambre en 500 años? Ah, me decían y yo preguntaba ¿en qué se parecen el Paraguay víctima de la triple alianza e Italia? Ah, Ah, tomémonos un vinito decían… Creer a toda costa que sí ¿no?  ¿Si me enfrento a la usura, a qué me enfrento? ¿Quién puede inferir, de lo que escribo, mis lecturas? Graciosa es esta capacidad de suponerme una cosa en función de otra, la ideología es una posesión que reivindica la dinámica de su estática. Esta precariedad marca la diferencia, o Joyce se arrepintió de Pound, o Eliot lo leyó mal a Ezra… Cualquiera que tenga que escribir poesía en papel higiénico como lo hizo Pound en la jaula de Pisa, no puede ser tergiversado por mi ignorancia. ¿O es como vestirse de alegato esta vocación de limbo? … El concepto… ¿despojado de qué?  Yo puedo escupir contra las gemas, puedo oficiar enjundiosas ironías, puedo insuflar el ácido del cinismo que convierte en sociable la mentira más útil. ¿Quién puede inferir entonces qué leo? Si sólo miro sin salvoconductos.
Los gesticuladores de dossiers, faccionadores de revistas, se reconvierten en “arcángelos severos” subvencionando con diatribas, siempre precoces, los espíritus pausterizados, va…el viento los amontona, ni se te ocurra respirar cerca.
 

Apostillas

Gesticuladores de dossiers
Arcángelos severos
Carnet o salvoconducto ¿tenés raíces zen?
Bukowski era un whiski zen
La ideología es una posesión estática.
La dinámica de la poesía “pret à porter”
Faccionadores de revistas
Delivery editorial
¿Tacuara o bambú?
¿Ad hoc? Mejor OK.
De cómo no hay por qué.
Privación de la hermenéutica.
¡Basta de hermenéuticas si somos todos hermanos!
No hay aparato crítico, hay producto crítico.
  
Daniel Battilana.

martes, 22 de marzo de 2011

¿Los que no leen se parecen a lo que ven?

Llueve, el vasto suicidio de los caracoles babea la pared, parecen hilos de otra lluvia más serena, hilvano con esta dificultad que antecede, un baremo de impresiones; usaré sin modo ni asco palabras intocables, esas que avergüenzan  al experimentado y arden de entusiasmo en los que ignoramos la liturgia cool de escribir descafeinadamente y de hablar bajito tratando de no despertar a las bellezas.
La frase a la que le estoy agradecido: “man lernt nichts wenn man Ihn liest, aber man wird etwas” es de don Goethe (por Winkelman), otra menos parecida es de un poema azteca donde un guerrero dice “por qué han de perecer los hombres -que por ti- gritan, gritan a la verdad queriéndola despertar”.  Me acompaña el temor de ambas posibilidades: convertirme en lo que leo y que lo que leo se parezca cada vez más a lo que veo… Entonces, ¿los que no leen se parecen a lo que ven?
D. B. 


sábado, 19 de marzo de 2011

La poesía es un instrumento burgués

La poesía es un instrumento burgués hecho para funcionar al revés: hace de lo burgués un instrumento para sumir a valor, a emoción y a no-mirada los objetos del mundo. No existe un instrumento desinteresado. El valor y el hábito tal lo planteaba Ravaissón, es por donde el universo, siempre confundido con la estructura del ser, habilita y deshabilita la libertad en forma de sentido. Esta domesticación entre sujetos y objetos es su poesía y esta liberación del sentido, que se degrada en busca de más sentido, es el poema. Los instrumentos burgueses reemplazan la imaginación por la emoción enmascarando el mundo de objetos lujosos: la poesía es su objeto lujoso y el poeta es su sujeto lujoso.
Daniel Battilana.

sábado, 12 de marzo de 2011

Apostillas I

A veces leo poemas muy bien articulados por la orientación que de lo sensible hace la inteligencia, parece que leo a poetas inteligentes. Al fin los descubro mezquinos de su humor, descubro que sólo escriben seriamente.


APOSTILLAS
El prestigio es una seriedad bien articulada.
Lo serio aparenta ser poesía.
Edificar una atalaya de silencio suponiéndola humilde.
La humildad es la tiranía de lo simple que los simples no conocen.
No quedé indemne de esta “apropiación del merito”
Estoy solo jalando entre el signo y el sentido de mentir.
El paroxismo de la ética no nos deja reconocer a los otros
Vestimos iguales prendas diferentes.
Lo virulento suele fabricar héroes inciertos en los poetas inciertos.
Qué bueno que te duela esto, aquello, no lo otro.
Una máquina hay de endulzar palabras.