A la poesía nada le es ajeno y a este desarreglo se lo atiende
con la eliminación o de lo dificultoso o con el agregado de ardorosas
esperanzas estéticas, esto es perdonar antes de interrogar las nociones, una de
ellas: lo pendiente. Pasada la emoción, desoculto por única vez el sentido
mineral de lo exacto de sobrevenir, un
exceder sería un exceder tardío, posterior a la lectura.
Daniel Battilana
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