Un objeto bello
es un objeto que se puede traducir a artístico, a uno artístico se lo traduce a
interpretaciones. Ante la ausencia de lo bello el lugar lo ocupa un objeto cuya
integridad la componen elementos ya existentes que se pueden traducir y que
desaparecen cuando se los interpreta, pues la interpretación reemplaza en forma
de explicación no lo bello sino su imitación. No estoy diciendo nada nuevo
cuando lo viejo hace de bello, sino que cuando lo nuevo hace de bello logra
simplificar lo viejo. Sin embargo lo bello ejerce una resistencia cuando se lo
traduce, esa resistencia es percibida como arte. Al romper un huevo
distinguimos la cáscara y al potencial pollito sin embargo rompimos la belleza
que los une. La belleza es una unión sana de lo simple, resistente hasta lo
posible al arte. El huevo no necesita traducción, el arte que ha resistido lo
ha hecho absorbiendo tiempo, el artista puede hacer lo mismo pero con un tiempo
artificial; el eje de la profundidad es percibido como perspectiva, profundidad
es cuando algo absorbió tiempo. Una herida es bella hasta que se cura con el arte.
Daniel Battilana
Me gusta, preciso y sensible.
ResponderEliminarSoy artista, visual, y en la mirada cotidiana.