Uno no se debe privar de que lo publiquen privadamente; de ser
así, será invitado privadamente por privadas mentes que le asegurarán cuán
necesario es mostrar lo que costó su libro privado; privado de cierto dinero
descubrirá que ser tan desmesuradamente solicitado para los festivales y ferias
era para él y no para su poesía que seguirá siendo tan privada o aún más hasta
que junte capitales y dinerales que lo hagan un invitable de los privados que
ahora han creado un escenario por donde se llega por angosto camino privado
pues avísenle a los pibes y pibas que hay que pagar peaje poético… Los festivales y ferias monopolizados por las editoriales pueden encerderte un poco la paja pero es con dinerillos que se hacen los fuegos y o las hogueras literarias. Hay que pagar peaje y pasar sin poesía.
Daniel Battilana
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