LA MENTE SUBDESARROLLADA, prefacio y fragmento.
“Sin ningún esfuerzo mi mente ya se había impregnado de las nociones que el subdesarrollo me tenia deparado, así, ya, era que estaba preparado para desempeñarme en las ilusiones de su mezquindad y de su encorsetado menester, menester de un plan menesteroso diseñado para asistir a todos de lo tiranos, explotadores, conquistadores, políticos u otras dirigencias y sus verdugos para los cuales mi mente subdesarrollada fue preparada para obedecer, como también obedecemos a la belleza, obedecemos al dolor, obedecemos la voluntad de todos los alguaciles extranjeros y sus encomiendas nacionales. Era que todo lo que creara proyectado en mi y desde mi iba a ser ruin y precario, penosamente conservador, la esperanza del progreso habitaría por siempre países destinados a ser reservas en las cuales los esclavos idénticos a mi solo hacemos el mantenimiento de sus riquezas para un dueño que parece cercano pero en realidad su cercanía ni siquiera se parece a o que pensamos. Mi mente absolutamente feudal podía comunicarse con todos los esclavos, hasta que una vez pensé, y me di cuenta."
“El yo diluye las invenciones del mundo, se reintegra a sí mismo restaurándose una posibilidad, el tú diluye esa noción entronizando la suya propia ofrecida como imposibilidad, esta antinomia envuelve de inexplicable rito lo que no sea vivir en el yo, la repetición de un fenómeno es el hábito fenomenológico de re insertarnos inmaterialmente en las infinitas reiteraciones que somos.
Las plantas hacen algo parecido, la semilla se diluye en la tierra del mundo, se integra y restaura la imposibilidad del fruto, este existe por fuera de la semilla y más afuera el tú de la flor que diluye toda posibilidad de mundo: las invenciones sin diluir son el medio. la inmaterialidad de lo invisible es cualquier semilla, la mente, la materialidad de lo invisible”
Daniel Battilana
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