lunes, 31 de octubre de 2011

La palabra portadora

Los ojos son una barrera donde se apilan las palabras muertas, el ojo es un falso óvulo. El verdadero cigoto será el cerebro una vez fecundado por el sentido, por el deseo, por la voluntad.  Las palabras quedan derribadas pero su carga es invulnerable a los hombres; las palabras son tentadas por la belleza, pero inmunes a lo bello.

Daniel Battilana.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Los erizos y el vinagre.



Los erizos se reúnen a debatir quién es el más intolerante, giran y giran sin tocarse, son erizos para todo lo que hacen. Los erizos leen, piensan y opinan: leen lo que se les parece, piensan lo que se parece y opinan con lo que debe parecerse. Los erizos dialogan entre ellos con almohadones. Cuando pierden una espina no la reconocen como propia, una espina perdida ya no sabe pinchar. Para los erizos la mejor tregua es una democracia a su medida, es decir, dolorosa como su ponzoña. Son erizos no les gusta lastimarse. Los erizos no se me arriman, tengo una tenaza y litros de vinagre, el ácido acético los desinflama… Los erizos hieren lo público con estiletazos privados. Los erizos llaman, convocan a los demás pero si respondés, te pinchas, los erizos no contestan sino con el silencio del cinismo; los erizos se agrupan, pero más bien se traban entre ellos con sus espinas: esas espinas están cargadas en una sola dirección, tú. 
D. Battilana

jueves, 18 de agosto de 2011

Nadie lee un traje.


Tratan a los libros como trajes, les ponen solapas para leer, allí figuran el sastre y cuánto de algodón y de poliéster… Hay libros que traen una corbata y otros que en sí mismos son una corbata, estos libros se publican estrangulados previamente por el autor. Hay libros de bolsillo que no caben en ningún lado; son los “Libros mamá canguro” no sabés nunca dónde tienen la ranura. Nadie lee un traje.


Daniel Battilana

martes, 21 de junio de 2011

Divulgando tus desagrados

Las múltiples sanciones de los sancionadores ideológicos
me han llevado a no poder congratularme de ignorar lo que no me gusta.
Ya no podrás entonces ufanarte de lo “tampoco” que te gusta…
Si estos malversadores en constante fiesta te descubren
divulgando tus desagrados serás conminado o casi a divulgar los suyos
en reemplazo de los verdaderos tuyos.
Ufánate entonces de ser empleado para ignorar lo que no te gusta.

jueves, 9 de junio de 2011

Lo real es un recipiente inapropiado.

Lo real es un recipiente inapropiado, son sus paredes creencias y allí no prospera nada… la poesía no cabe aquí sino  por la fuerza: forzada a salir a un interior sólo frecuentado por el egoísmo del lenguaje. La superficie del símbolo somos nosotros que no tenemos exterior.
Daniel Battilana.

domingo, 1 de mayo de 2011

Es la poesía

La palabra es el sujeto enciclopédico por excelencia,
el sentido es el objeto enciclopédico de la lectura.
Nada distrae a la poesía,  nada que no sea tara de palabras.
Es la poesía la que distrae a las palabras y se hace visible.

Daniel Battilana

... el hobby de la poesía...


Yo no concibo la literatura como un desahogo sino como una inquietud instalada en el ser… problema que se hace minúsculo cuanto más controla y fija el mental del escritor. La voluntad, el deseo y el cambiante sentido crean la superficie mágica por donde desvincularse de lo anímico y atender a las imposiciones del síntoma lingüístico. Las causas primeras no son atendidas como se debe sino que se alborota y desmaya por los efectos y las limitaciones dogmáticas, en esta parte del trabajo queda resumida la inconsistencia: escribir para los efectos ignorando las causas. Sólo se escribe, no se opera percibiendo los velos semánticos que se agitan. Yo no los rompo, los esquivo o los pliegos dándoles orientaciones y tamaños cuyo valor se haga evidente a todas las causas. Lo suscitativo será el puente entre significados; la emoción distingue, cuando el sentido la deja aparecer (la mera escritura inhibe la emoción) ella nos devuelve concomitantes con la semantización del Ser pues el Ser se manifiesta así, no rompe el mundo, lo hace poroso y muestra las relevancias, escenifica las fragilidades con que está construida esa membrana que soporta las ideas: conceptos son objetos de consolación. El poema es un timón sin barco.­­ Si no hay discordia no hay instrumento.
Daniel Battilana